Pequeños, paseables, bonitos y acogedores. Así podrían definirse los diez pueblos gallegos de esta lista, ideales para visitar en invierno porque al encanto de sus calles empedradas y sus casas tradicionales suman la belleza de los paisajes que los rodean.
En algunos, incluso, podemos encontrar nieve y cobijarnos al amparo de una “lareira” a disfrutar de un buen caldo o cocido de nuestra tierra. ¡No hay nada más acogedor que comer al calor de la lumbre tras una fría mañana en el exterior!
- Decubre las playas donde nunca se acaba el sol.
- El Bosque Atlántico más grande de Europa.
- Conoce las leyendas de los señores de los Andrade.
- Septiembre, visita obligada con las fiestas de As Peras.
Con las Fragas do Eume como bandera y el Torreón de los Andrade como seña de identidad, esta pequeña villa coruñesa a medio camino entre A Coruña y Ferrol ofrece, a partes iguales, un patrimonio histórico y natural digno de descubrir.
Puerta de entrada al Parque Natural das Fragas do Eume, Pontedeume destaca por su casco histórico medieval, por su regio puente de piedra que da la bienvenida a la villa y por su Torreón de los Andrade, familia que ha marcado la historia del municipio.
Callejear por Pontedeume siempre es un placer, con sus calles empedradas en las que podemos encontrar algún que otro soportal para resguardarnos de la lluvia.
Además en Pontedeume está una de las mejores y más acogedoras casas rurales de Galicia, la Casa do Castelo de Andrade, una casa de piedra con bonitos y amplios jardines situada junto al Castelo dos Andrade y con espectaculares vistas hacia Pontedeume y su ría.